Los beneficios del After-Sun
Los productos para cuidar nuestra piel después del sol, más conocidos como after-sun, en sus orígenes eran cremas hidratantes y refrescantes, que calmaban el enrojecimiento. En la actualidad estas fórmulas han evolucionado mucho y se han convertido en tratamientos completos y de alta calidad que reparan los daños ocasionados por los rayos solares.
Exponerse prolongadamente al sol, afecta tu piel, esto se traduce en envejecimiento prematuro, arrugas y pérdida de elasticidad en el rostro y cuerpo.
A la mayoría de nosotras nos gusta lucir un bronceado sano, bonito y duradero, para conseguirlo es imprescindible aplicar aftersun después de cada sesión de sol. Elige un producto para el rostro y otro para el cuerpo y aplícalos correctamente siguiendo estos útiles consejos:
- Debes aplicarte el aftersun después de disfrutar de una ducha tibia y una vez que hayas secado bien todo el cuerpo.
- Extiende una cantidad generosa del producto por el rostro y cuerpo con movimientos suaves y circulares hasta que sea absorbido por completo. Si notas que tu piel sigue irritada por el sol, repite la aplicación por la noche.
- Para el rostro utiliza un aftersun específico para esa zona, que contenga fórmulas más reparadoras y antiarrugas. Si tienes el cutis graso, recuerda que debes usar una crema libre de aceites.
- Para el cuerpo elige un producto hidratante y calmante de textura ligera. El aloe vera es uno de los principales calmantes que se encuentran presentes en los after-sun.
- Si quieres que tu bronceado brille aún más durante la noche, adquiere un producto con partículas nacaradas que hagan que tu piel luzca luminosa y satinada.
- Conserva tu aftersun en un lugar fresco y ventilado. No es conveniente que le dé el sol, pero tampoco debes guardarlo en la nevera, ya que se destruyen sus principios activos y pierde eficacia.